Una porquería de colección... o una colección de puercos, lo mismo da...

Hace años atrás, se me dió por coleccionar algo diferente, que colecciones había ya tenido, y más de una, pero no eran originales.
Y así, se me ocurrió coleccionar puercos (cerdos, chanchos, cochinos, marranos o cualquier otro de sus muchos nombres), porque me dí cuenta de que había cierta variedad de estos animalitos, y nunca supe de alguien que los coleccionara.
Claro, que alguien coleccione buhos, tortugas, elefantes, gatos, perros, etc., hay. ¿Pero cerditos?
Nunca he visto ni escuchado decir que exista quien lo haga.

martes, 14 de septiembre de 2010

Sin discriminación...



Bueno, yo no soy de discriminar a las personas.
Por extensión, tampoco a los cerdos.

Este poco agraciado y mal acabado cerdito, lo compré a la salida de una feria en Santa Cruz (Bolivia).
Una anciana los vendía, en varios tamaños, pero todos igual de mal hechos.
Para muestra, me quedé con el más pequeño.